La agilidad en las comunicaciones al interior de los negocios o entre diversas empresas, se ha convertido en una necesidad dominante. En razón de esa necesidad, las llamadas Interfaces de Programación de Aplicaciones (API) están viviendo un momento de gran auge. El objetivo fundamental es el de hacer más amables las rutinas dentro del ambiente en el que se mueven y exhiben los negocios.
Es precisamente con base en esa notoriedad actual que los cibercriminales han puesto en las API el foco de su atención. Esas aplicaciones están concebidas como canales de circulación y distribución de datos, y esta peculiaridad las convierte en blanco para el hackeo informático. Quiere decir que, apenas un atacante alcance el acceso no autorizado al sistema, esos apetecibles datos estarán a su alcance.
Las API son un recurso cada vez más demandado en las empresas, en razón de la agilidad y eficiencia las caracteriza. Dentro de las empresas eso representa un elemento de progreso, pero ese progreso hace que llamen la atención de los hackers maliciosos. A propósito, estos criminales cibernéticos aprovechan la ocasión para introducir falsas API con y desde las cuales buscan hacer más fácil su intrusión ilegal.
Los problemas de protección que se plantean en el tema de las API residen en que aún no existen medios para detectar las anormalidades. Uno de los peligros más insistentes es el que se puede llamar en español “desbaratar datos” o data scrapping en inglés. Los ataques de esta clase se producen por lo general, en pleno proceso de ejecución del tránsito e intercambio de la información.
La oferta de servicios empresariales es dentro de la secuencia de los ataques, el que sufre la segunda mayor cantidad de intrusiones. Dentro de esta línea de comportamiento, los ataques a las indispensables cadenas de suministro vienen a ser los más recurrentes. Son varios los elementos que entran en este juego: errores de ordenación o clasificación de las API en asociación con la velocidad de su desarrollo.
Las compañías de seguridad informática pueden asesorarte en la toma de medidas necesarias para proteger tu sistema de las intrusiones ilegales. TIC Defense es una empresa de este ramo que tiene un amplio repertorio de programas y aplicaciones que satisfacen ese objetivo. Puedes apoyarte en su experiencia y la experticia de sus empleados, para asegurar el funcionamiento óptimo de tus sistemas informáticos.
Si una empresa descuida la protección del servicio que las API proveen, corre el riesgo de perder mucho en el proceso. Pudiera ver robados e intervenidos sus datos y su comunicación interna, así como la comunicación con sus asociados y cartera de clientes. Necesitas velar por una buena configuración de tus API para poder obtener el mejor y más eficiente de los desempeños.
Las Interfaces de Programación de Aplicaciones están en pleno desarrollo y atraviesan por un período de alta estima en las empresas. Es precisamente esta vitalidad y el conocimiento apenas inicial de sus particularidades y debilidades, lo que las expone a los intereses y apetencias de los cibercriminales. Por esta sencilla razón, se debe tener un cuidado mayúsculo y mucha precaución en su utilización en las empresas.