Desafíos de ciberseguridad y protección de datos en campañas electorales
Las elecciones son, en los países democráticos, un evento destacado para las sociedades, también, en su ámbito político y económico. Sin embargo, en estos tiempos, esto representa un auténtico desafío para la privacidad y la seguridad en línea. Por esta razón, aumentar la protección de datos es prioridad cuando se acercan elecciones.
Diversos especialistas destacan que muchos de los procedimientos actuales de registro de votantes, conteo de votos y divulgación de resultados, se hacen a través de sistemas informáticos. No obstante, la digitalización de los procesos electorales han abierto las puertas a todo tipo de amenazas, las cuales podrían poner en jaque la confianza en los sistemas electorales.
Para nadie es un secreto que las poblaciones se encuentran expuestas cuando una elección está cerca e, incluso, se encuentran expuestas el mismo día de los comicios. Por esta razón, los especialistas hacen llamados a reforzar las medidas de seguridad cibernéticas durante las campañas electorales.
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Este llamado a reforzar las medidas se ha hecho para proteger aún más la identidad de todas las personas que participan en comicios electorales. Igualmente, las medidas tienen que estar enfocados para prevenir un ataque informático que tendría como consecuencia el robo de datos.
Si bien muchos países alrededor del mundo cuentan con redes de coordinación para la seguridad de procesos electorales, las cuales se encargan de proteger datos personales y de gestionar riesgos de ataques, es de vital importancia que los riesgos a los que los comicios puedan enfrentarse, sean de manejo público.
Uno de los riesgos más grandes es la suplantación de identidad (phishing), en la que los cibercriminales pueden obtener acceso no autorizado a información sensible de personas. Incluso, la suplantación de identidad podría emitir votos, en caso de que los votantes soliciten votar por correo.
Otra de las amenazas es la obtención de datos bancarios y otra información de índole confidencial que, de alguna u otra manera, vulnere y deje en riesgo cualquier aspecto financiero y bancario de las víctimas.
En estos tiempos de automatización, cabe recordar que, cuando se emite un voto, detrás de él hay un largo camino digital, el cual queda fragmentado en varias bases de datos. Esta acción hace que los datos emitidos puedan tener amplias oportunidades de que accedan a dicha información, lo que pone en riesgo a los votantes de ser víctimas der ataques, los cuales buscan acceso a datos personales.
Por esta razón, resulta crítico que los ciudadanos, los partidos políticos y las instituciones tomen conciencia de que la seguridad informática tiene que estar presente en cada una de las fases de cualquier elección. Sobre todo, desde el comienzo de la campaña electoral hasta el día de las elecciones y, además, en el conteo de votos posterior.
Estas acciones no solo van a ayudar a las personas a resguardar y a tratar con mayor cuidado sus datos. También, va a invitar a todos los involucrados en este proceso a prestar atención a la seguridad y protección de datos.
