La ciberseguridad para la tecnología operativa crece, pero falta trabajo por hacer
La llegada del Internet de las Cosas o el IoT ha impulsado la integración de múltiples sistemas de tecnología operativa a Internet, mediante sistemas de conectividad empresarial. Esto permitió un mayor control y flexibilidad en estos entornos. Sin embargo, abrió las puertas a una serie de riesgos y vulnerabilidades de seguridad que, incluso hasta ahora, los equipos y especialistas de TI están luchando por mitigar y controlar.
Uno de los principales obstáculos ha sido la resistencia al cambio que todavía existe entre los operadores, además por los dispositivos y sistemas heredados, los cuales no pueden actualizarse con la misma frecuencia que los sistemas de TI. Esto según lo explicado por diversos expertos para Tecnologías Operativas de empresas de ciberseguridad en Latinoamérica.
En estos momentos, no existe una buena conciencia de ciberseguridad con respecto a la Tecnología Operativa, no obstante, es un trabajo que los expertos continúan haciendo. Empresas como Fortinet ha previsto que para el año 2028 va a ser el pico de los requerimientos de esta solución.
Del mismo modo, la pandemia sí tuvo que ver con la aceleración de los procesos de digitalización en las empresas, siendo los servicios corporativos y tradicionales los que más han cambiado hacia esta nueva realidad, así como también, los servicios de administración y contabilidad. No obstante, para las tecnologías operativas, hay segmentos específicos que alcanzaron la digitalización y sus responsables están más concientizados, pero dicha concientización está fragmentada.
Según el reporte de Tecnologías Operativas realizado por Fortinet, se ha determinado que existe una concientización de más del 95% entre los CIO o los responsables de seguridad informática. Es en estos momentos en los que se precisa bajar estas ideas y compartirlas con los trabajadores de operaciones, quienes son los que están diariamente involucrados con la tecnología.
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Hay que recordar que la ciberseguridad tiene un fuerte impacto en las finanzas de cualquier organización y negocio. Cuando una compañía ha perdido datos críticos, puede perder la visibilidad de cuánto está generando, dejando de operar en múltiples ocasiones.
Del mismo modo, las personas responsables de los riesgos financieros ven a la ciberseguridad como algo que tiene un impacto directo, pensando en la misma dentro de una estrategia financiera responsable y acorde con los posibles riesgos y amenazas a los que se enfrenta.
Pero, en estos tiempos, se encuentran entornos operativos desconectados, en donde se piensa que todavía no hay necesidad de incluirlos en las estrategias de seguridad informática. Por lo general, trasladar estos riesgos o preguntar si los responsables de una organización tienen proyectos de ciberseguridad para su entorno o para nuevas tecnologías que requieren Internet y que pueden ser monitoreadas remotamente desde otros países, es algo que no se hace.
Cada vez son más las redes o la tecnología, la que va a permitir una transición hacia redes hiperconvergentes. Existen múltiples plataformas unificadas y se van configurando esquemas que van desde sensores a la nube. Hasta hace pocos años se hablaba de la instalación de un firewall, mientras que en estos momentos hay que incluir soluciones híbridas que incluyan la conectividad a la nube.