Los fraudes audiovisuales son uno de los mayores retos a los que tiene que enfrentarse las empresas dedicadas a la producción, distribución y emisión de contenido audiovisual vía streaming, además de los servicios de ciberseguridad y ciberinteligencia, los cuales están encargados de detectar, analizar y combatir a los ciberdelincuentes.
Además del robo y la venta de credenciales legítimas de plataformas de streaming, puedes encontrar fraudes audiovisuales de diferente tipo; como los servicios ilegales de IPTV o plataformas de streaming piratas. Todas ellas usan técnicas que son de larga data, como las que emplean los satélites y decodificadores.
TIC Defense se enfoca en proporcionarte ciberseguridad de primer nivel, con el objetivo de resguardar tus activos digitales y evitar que sean objeto de ataques perpetrados por hackers maliciosos. Si tu empresa necesita optimizar sus sistemas de defensa, ofrecemos un conjunto de productos, soluciones y herramientas que protegerán tu estructura informática con sistemas de primer orden.
Los fraudes audiovisuales no son nuevos, pero están aumentando
En la actualidad, gracias a la digitalización de casi todos los ámbitos de la vida diaria, los ejecutores de fraudes audiovisuales disponen de recursos elevados, adquiriendo y poniendo a punto grandes infraestructuras que dan soporte a este ciberdelito.
Para llegar hasta aquí, se ha desarrollado una evolución constante en las prácticas y los procedimientos empleados por los ciberdelincuentes. Esto como respuesta a las medidas que se han implementado para prevenir este tipo de ataques. Además, los distintos equipos de seguridad han estado investigando este nuevo procedimiento de fraudes, por lo que la innovación ha sido el motor de los atacantes.
El auge de los servicios de straming ha permitido que el objetivo de los fraudes audiovisuales se ramifique. Es decir, sigue teniendo mucha actividad delictiva en eventos de gran repercusión, como los juegos principales de fútbol y otras disciplinas deportivas, hoy en día el fútbol no es solo lo que tiene la atención de los usuarios.
A día de hoy, hay una oferta casi infinita de contenido audiovisual, para un número casi insaciable de usuarios. Por ello, existe demanda en grandes producciones cinematográficas, series, estrenos exclusivos, gala de premiaciones, entre otros. Por ello, los fraudes audiovisuales se han extendido a medida que la demanda por contenido diverso crece.
Los hackers contraatacan con los streaming wars
Las tecnologías de televisión por cable y televisión por satélite han abierto el camino a otras, como la IPTV o Internet Protocol TV, o a las plataformas de streaming en sí mismas. El cambio de este paradigma ha sido muy considerable, a tal punto que, en el 2011, la plataforma Netflix tenía 21 millones de suscriptores y 10 años después, tenía 221 millones de suscriptores activos en todo el mundo.
El nombre Streaming Wars, acuñado por una investigadora universitaria sobre el tema, trata sobre las plataformas que han pululado por internet, sobre todo, de las grandes compañías cinematográficas y de televisión. Pero todo ello tiene una cara oculta, es la del aumento cada vez más rápido de plataformas que ofrecen contenido ilegal.
El hackeo y robo de cuentas es constante
El meollo del asunto de los fraudes audiovisuales es el hackeo y robo de cuentas. Esto se produce, sobre todo, cuando son cuentas compartidas por varias personas, de tal manera que, en pocas ocasiones, todas ellas acceden a la vez a la plataforma. Entonces, los hackers roban las credenciales de una cuenta múltiple, que el usuario legítimo no utiliza completamente y vende las demás sin que los suscriptores legítimos se den cuenta.