El fenómeno del cyberflashing, aunque poco conocido, es una preocupante forma de acoso digital que ha surgido con la expansión de la tecnología y las redes sociales. Puede definirse como el acto de enviar mensajes no solicitados de contenido sexual, principalmente, imágenes explícitas, a través de las plataformas web y de telefonía mencionadas anteriormente.
A diferencia del sexting, donde ambas partes están de acuerdo en el intercambio de material íntimo, el cyberflashing implica una invasión no consensuada de la intimidad de la víctima. De esta forma, los perpetradores maliciosos aprovechan la facilidad de comunicación y los movimientos relativamente anónimos que otorgan las plataformas en línea para enviar imágenes obscenas o pornográficas a personas que no han dado su consentimiento para ello.
Esto puede ocurrir tanto en mensajes privados como en espacios públicos, donde el acosador busca humillar, asustar o intimidar a la víctima. Una de las características más alarmantes de esta mala práctica es que puede ocurrir en cualquier momento y lugar.
La víctima puede recibir estos mensajes ofensivos mientras está en el transporte público, en su lugar de trabajo e incluso, en su propia casa. Esta invasión repentina de la intimidad puede generar sentimientos de vulnerabilidad, ansiedad y miedo en la persona afectada.
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Es importante destacar que el cyberflashing no solo afecta a las mujeres; cualquier persona puede ser víctima de este tipo de acoso. La tecnología no discrimina género ni edad, por lo que es de suma importancia concientizar y educar sobre este problema en todos los sectores de la sociedad.
Para protegerte del cyberflashing, se hace necesario que tomes ciertas medidas de seguridad. Es recomendable que configures las opciones de privacidad de tus redes sociales y aplicaciones de mensajería, esto para limitar la recepción de mensajes de personas desconocidas. Igualmente, debes ser cauteloso al aceptar solicitudes de amistad o contactos de personas que no conoces personalmente.
Si te encuentras en áreas públicas, tienes que asegurar y proteger tu Smartphone o dispositivos móviles de la siguiente forma; si tienes iPhone, por ejemplo, desactiva la función AirDrop. Esto se logra desactivando el Bluetooth y el Wi-Fi.
Bajo ningún concepto emparejes el Bluetooth con dispositivos no identificados y de personas que no conozcas. Utiliza esta tecnología únicamente si estás frente a personas de tu confianza y va a transferirse información relevante.
Si te encuentras con la desafortunada situación de recibir un mensaje de cyberflashing, es importante que no respondas ni interactúes con el ciberacosador. En lugar de esto, debes bloquear al remitente, guardar la evidencia de los mensajes recibidos y denunciar el incidente a las autoridades correspondientes y a la plataforma utilizada para perpetrar el evento.
La lucha contra esta mala práctica no solo recae en las víctimas, sino también en la sociedad en su conjunto. Es fundamental que existan políticas y legislaciones que penalicen esta y otras conductas, así como también, campañas de concientización que promuevan el respeto, la empatía y la responsabilidad en Internet.